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El arte del retablo y su carácter didáctico en el proceso de la evangelización en Centroamérica colonial: los retablos en Guatemala

Etimología del término retablo nos lleva al latín retaulus, a su vez formado por otros dos vocablos: retro (“atrás”) y tabÅ­la (“tabla”) tabla detrás de un altar. El retablo es el elemento arquitectónico que decora él altar o capillas laterales, y puede exhibir pinturas, esculturas y otros componentes, tienen como función primordial narrar de un modo gráfico, los principales pasajes de la historia y la vida de los santos, o algún otro tema religioso. Los retablos pueden construirse en piedra, madera, metal u otros materiales. En algunos casos, se encuentran tallados y exhiben figuras en relieve. En otros, brindan soporte para la exposición de los lienzos. Desde finales del siglo XIII hasta el siglo XX fueron los elementos más relevantes en la decoración interior de las iglesias. En Guatemala se manufacturaron exclusivamente en madera, preferentemente cedro, muchas veces recubierta con lámina de oro.

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Es frecuente que los retablos se dividan en distintos cuerpos que se encuentran separados entre sí, en sentido horizontal, por molduras. Las diferentes secciones verticales que crean las columnas o las pilastras, por su parte, se conocen como calles. Los retablos son apoyados en un zócalo o banco para no entrar en contacto con la posible humedad del suelo, y suelen coronarse con una representación del Calvario o de Dios en su parte superior. Todo se protege con una moldura llamada guardapolvo, muy habituales en los retablos góticos.

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Los retablos han pasado a convertirse en piezas fundamentales de la historia del arte por su calidad, por su originalidad o por ser obras claves de algunos de los autores más importantes del mundo. Muchos retablos guatemaltecos han sufrido cambios iconográficos y formales. Entre las causas principales se pueden mencionar las preferencias devocionales de los fieles, el traslado de los retablos desde La Antigua Guatemala al valle de la Ermita después de los terremotos de 1773, los daños ocasionados a los templos de la ciudad de Guatemala y muchos pueblos del altiplano por los terremotos de 1917-1918 y 1976, así como el desconocimiento del valor histórico y artístico de los retablos, por los encargados de los templos.

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Los retablos desempeñan en el ámbito religioso una función muy especial que les diferencia del resto del mobiliario litúrgico, en parte debido a su emplazamiento tan privilegiado, al estar situados detrás o sobre el altar donde se realiza la Eucaristía. Hacia este lugar todos los fieles dirigen sus miradas y oraciones, por lo que también es un instrumento de estimulación religiosa con su carácter ilustrativo y pedagógico. En ocasiones, sin embargo, existieron dificultades para cumplir esta función instructiva a causa de la lejanía y las dimensiones reducidas de muchas de sus representaciones, las cuales no permitían una buena visión y una fácil lectura de todo el contenido iconográfico.

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Los retablos suelen adoptar una disposición geométrica, dividiéndose en:

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  • Calles: secciones o divisiones en sentido vertical, con pilastras o columnas intercaladas.
     

  • Encasamientos: son las unidades formadas por una especie cuadrícula que formaban los cuerpos y las calles; suelen albergar representaciones escultóricas o pinturas.

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  • Mazonería: es el conjunto de elementos arquitectónicos que enmarcan y dividen elretablo.

 

  • Ático: es la parte superior de la callecentral.

 

  • Entrecalles: son las divisiones verticales estrechas que separan lascalles.

 

  • Guardapolvo: enmarca un retablo por los laterales y por la partesuperior.

 

  • Banco o predela: parte inferior obasamento.

 

  • Sotabanco: cuando el banco tiene dos pisos, esta es la parteinferior.

 

Según la Historia de la Imaginería Colonial en Guatemala, de Heinrich Berlin, además de los oficiales y aprendices que tomaban parte en su ejecución, cuatro diferentes artistas podían intervenir: ensambladores, escultores, doradores- estofadores y pintores. A los primeros les correspondía hacer el propio retablo con todos los ornamentos tallados. Los ensambladores se encargaban de hacer el propio retablo con todos los ornamentos tallados. Los escultores por su parte hacían las estatuas de bulto o de medio relieve, dejando su parte sin dorar ni pintar. Los doradores doraban los retablos con oro legítimo utilizando a veces en adición matices de otros colores. Ellos mismos usualmente aplicaban el estofado a las imágenes, en cuyo proceso cubrían las imágenes con una delgada capa de yeso sobre tela, en la cual luego aplicaban oro y pintura. Finalmente, los lienzos de pintura eran hechos por pintores profesionales.

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Varios cronistas del reino de Guatemala han dejado atestiguado en sus obras las diversas formas de ornamentar los templos, así tenemos que Fray Antonio Remesal primer cronista del reino, menciona entre 1615 y 1617 que los retablos eran muy pobres en esta época. Luego de la pobreza inicial que Remesal señala, se tiene otro testimonio de Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán para la última década del siglo XVII, quien describe los ornamentos de los templos como “…elegantes… adornados de pulidos y maravillosos retablos, ricos, majestuosos ornamentos…”. En su obra, la Recordación Florida, se encuentran innumerables citas en las que se señala la riqueza de los ornamentos de los templos del obispado de Guatemala, principalmente en el altiplano central y occidental.

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Con el paso del tiempo y por varias razones, muchos retablos guatemaltecos han sufrido cambios iconográficos y formales. Entre las causas principales se pueden mencionar las preferencias devocionales de los fieles, el traslado de los retablos desde La Antigua Guatemala al valle de la Ermita después de los terremotos de 1773, los daños ocasionados a los templos de la ciudad de Guatemala y muchos pueblos del altiplano por los terremotos de 1917-1918 y 1976, así como el desconocimiento del valor histórico y artístico de los retablos, por los encargados de los templos.

 

La Iconología cristiana interesa no sólo a la historia del arte, sino también a la historia de la civilización en general, del pensamiento humano y, más particularmente del sentimiento religioso. Refleja, como un espejo fiel, todos los progresos del pensamiento, todos los matices de la sensibilidad; y así, de la misma manera que una palabra puede tener varios significados simultáneos, una imagen puede sugerir, según las épocas, ideas muy diferentes.

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Para hacer un poco de historia en cuanto a la imaginería guatemalteca, diremos que las primeras obras nos llegaron de la Península. Estas son, por lo general, imágenes de vírgenes que eran traídas por los conquistadores.

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Estas eran imágenes portátiles y en Guatemala se guardan algunas evidencias de ello. Tal es el caso de la Virgen de Nuestra Señora de las Mercedes, alojada en la parte superior del altar mayor de la Iglesia de la Merced.

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Es llamada Virgen Protectora de los Desamparados, de los Pobres o de los Esclavos o Presos, según iconografía de santos, porque llegó a esta tierra en la primera mitad del siglo XVI. Se trata de una escultura realizada en madera, cuyos detalles de pintura, dorado, esgrafiado, encarnado y cincelado, le dan características de una obra de arte auténtica. Los temas empleados en los siglos XVII y XVIII, son variados: dolorosas, nazarenos, imágenes de Cristo, Santos fundamentadores de órdenes e inmaculadas, así como apóstoles, evangelistas, patronos de lugares y ángeles. Dice Angulo Iñiguez” En Guatemala existió una de las escuelas escultóricas más florecientes y fecundas hispanoamericanas". Íñiguez, D. 1956, Historia del Arte Hispanoamericano, Salvat Editores. La cantidad de obras escultóricas coloniales que se encuentran en la Merced es extensa; se puede determinar por las características que presentan, casi todas pertenecen al estilo barroco.

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