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EL GREMIO DE LOS PINTORES, LA PINTURA RELIGIOSA COLONIAL HONDUREÑA DEL ARTISTA JOSE MIGUEL GOMES Y COMO SE VEN INFLUENCIADAS POR LAS TECNICAS, MOVIMIENTOS ARTISTICOS Y TEMAS DE LA ESCUELA CUSQUEÑA DURANTE EL PERIODO COLONIAL.

​Durante el periodo colonial surgen los diferentes gremios estos eran organizaciones jurídico-religiosas las cuales expresaban las relaciones socioeconómicas entre individuos especializados en una misma actividad (los artesanos). El gremio de los pintores durante la colonia tenía como todos los demás gremios de artesanos su manejo de enseñanza, este consistía en un principio por aquellas operaciones más elementales:

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Disponer los materiales, preparar colas, moler pigmentos, fabricar pinceles, cocer aceites, entre otros.

Las ordenanzas en los gremios eran las encargadas  regular también un sistema de aprendizaje de larga tradición, mediante el cual el aprendiz entraba a aprender el oficio en casa de un maestro a edades muy tempranas (de 12 a 14 años), la estancia se prolongaba, por regla general, entre cuatro y seis años, el acceso se realizaba mediante un contrato notarial o “carta de aprendizaje” por el que el padre o tutor pagaba a cambio de la enseñanza y el maestro se obligaba a hospedar al aprendiz en su casa, a darle comida, bebida, vestido, calzado y a cuidar por su salud.

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Pasados los años de preparación, los aprendices podían realizar el examen exigido por las ordenanzas para lograr el título de oficial, ello les capacitaba para ejercer de forma independiente, son su propio obrador o tienda, la especialidad de la que se hubiera examinado.

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Las ordenanzas distinguen los cuatro tipos de pintores con los requisitos que han de cumplir los oficiales para abrir su taller particular: dorador de tablas, pintor de madera y fresquista, sarguero y el pintor imaginero, quien debía examinarse.

El gremio de los pintores acuñaba diferentes oficios, lo interesante del gremio es la relación de los imagineros con los Doradores, siendo estos últimos los que gozaban de más baja categoría, mientras que el imaginero agrupaba todos los frentes de formación para poder pintar sobre soporte de plano o bulto, el tipo de examen al que debieron enfrentarse; en el caso de los imagineros, era necesario saber dibujar y pintar figuras desnudas y vestidas, donde se apreciaba la correcta construcción de los ropajes; hacer colores; y saber pintar fondos y paisajes tanto en cuadros como en retablos, lo que les permitía dedicarse a la policromía de las imágenes, mientras al dorador se le examinaba de tareas puramente mecánicas y de receta: desde engrudos y estucos a templas y bol; y, sobre todo, a dorar, tareas detalladas en las ordenanzas.

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Así los doradores no podían pintar, y tampoco eran instruidos en el arte del dibujo, para optar a esta disciplina, debían examinarse del oficio de imaginero, y mostrar así capacidad para realizar operaciones propias de este oficio. Se produjo una confusión entre ambas profesiones, ya que en un primer momento el dorador encarnaba y estofaba las tallas; llego a establecerse que el dorador solo podía trabajar sobre piezas de corte arquitectónico, y se le dio así prioridad incluso para las tareas del dorado, estofado y encarnado en piezas de bulto a los pintores imagineros.

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En los talleres donde se gestaban las obras que concertaba el maestro, los sitios más comunes para instalar los talleres de pintores fueron las plantas bajas de los edificios, preferentemente en un lugar soleado.

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LA PINTURA COLONIAL

La pintura colonial como tal, contiene en su esencia temas religiosos como principal característica, trae consigo como uno de sus fines servir de adoctrinamiento para los pueblos centroamericanos, ya que por medio de las escenas representadas y en muchos de los casos empleando un sincretismo de arte indígena con europeo busco catequizar a los pueblos nativos para generar una universalidad en cuanto a la religión, es entonces, que la pintura colonial es identificable gracias a los temas tratados en ella.

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Características Generales de la Pintura Colonial:

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  • Temas religiosos

  • El retrato se desarrolla en el siglo XVIII.

  • Se dedico sobre todo a representar a autoridades políticas y religiosas.

  • Los pintores no trabajan por libre inspiración, sino de acuerdo a las pautas, temas y tiempos que el comprador de la obra establecía.

  • Combino formas decorativas, indígenas con europeas.

 

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LA PINTURA RELIGIOSA COLONIAL DE HONDURAS

Honduras posee vestigios coloniales de gran importancia y que vale la pena estudiar más a fondo, aunque como parte de Centroamérica su arte colonial se vio influenciado por la zona del centro-sur de México y la Capitanía General de Guatemala se ha estudiado que posee gran influencia de una tradición pictórica de origen andino como lo es la escuela cuzqueña. Pueden encontrarse rasgos similares entre las obras producidas en esta escuela como en las producidas en Honduras, diversas representaciones de Cristos y de Vírgenes pueden encontrarse con mayor frecuencia en el arte colonial hondureño.

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La imagen de la virgen María adquiere mucha importancia durante el siglo XVIII dentro de los sectores populares, hay muchas imágenes en las que el colorido y el dorado de sus telas remite directamente a la imaginería guatemalteca que tanta importancia tuvo en las comunidades indígenas y mestizas de Honduras, por lo tanto, es frecuente encontrar pinturas de la Virgen María, aunque sea bajo diferentes advocaciones, como ya se ha mencionado, adquirió una gran importancia para la provincia hondureña como lo fueron: la Virgen de la Caridad, la Virgen de la Merced, muy importante durante la colonia y la Virgen del Rosario, representadas con su tez morena, y con diversas características propias de la escuela cuzqueña, puede apreciarse un barroquismo claro e influencia flamenca en algunas de estas representaciones denotando la influencia europea en estas las mismas. 

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ELPINTOR JOSE MIGUEL GOMES Y COMO SE VEN INFLUENCIADAS SUS OBRAS RELIGIOSAS POR LA ESCUELA CUSQUEÑA.

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Es así como, uno de los artistas más importantes de Honduras sobresale en esta época el pintor José Miguel Gomes, al cual se le atribuyen gran cantidad de piezas de gran importancia en esta región, Gomes fue hijo de padre desconocido fue adoptado y se crio con una esclava de nombre Margarita. Este artista se vuelve el más importante de todos los pintores hondureños de la época colonial, sirve de puente de unión entre los pintores de temas religiosos del siglo XVIII y los retratistas académicos de primer cuarto de siglo XIX.

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Gomes es de los primeros artistas que firman sus obras algo que era casi imposible en esa época debido que generalmente las obras eran para iglesias y se decía que era algo para Dios y no era muy aceptado en ese entonces ejemplo que se puede observas en las pechinas de la catedral de  San Miguel Arcángel en Tegucigalpa donde ya aparece su firma, la última obra realizada por Gomes antes de morir fue “ LA DIVINA PASTORA” realizada en el año de 1805 en poder de colección particular de Tegucigalpa.

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Es importante mencionar un poco en que se basa la obra de Gomes, en su inicio es del todo religiosa, se deja influenciar notablemente por la escuela de pintura cuzqueña, característica de ejemplo es que en la mayoría de sus pinturas aplica polvo de oro, pues emplea como los maestros cusqueños el oro directamente aplicado al lienzo, las pinturas de Gomes evocan las esculturas sevillanas con todo el esplendor del barroco y estofados, que más parecen esculturas trasladadas al lienzo, también busca representar a personas de la época tales como: sambos, criollos, mestizos, esto se ve muy reflejado en sus pinturas, el color de la piel, la vestimenta que estos llevan,  algo muy importante en la obra de Gomes es que el retrata su fe en ella, no en forma dramática ni sangrienta como lo hace la escuela tenebrosa de España, sino que le pone un elemento racional a su fe, no vemos cuadros muy dramáticos sino de temática religiosa.

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Cuando hacemos comparación con las obras de Gomes y las de la escuela cusqueña nos damos cuenta de que las vírgenes comparten gran similitud, las vírgenes de Gomes son de estructura piramidal de igual manera que algunas representaciones de esta escuela, las tan afamadas “ mamachas” vírgenes hieráticas en forma de triángulo que se muestran ataviadas con el esplendor barroco y rostros indígenas, es en estas vírgenes en la que destaca el maravilloso trabajo de brocatería sobre sus tintas casi planas de igual manera que en las vírgenes de Gomes, el reflejo del oro de esta técnica genera algo maravilloso en sus obras las cuales también representan rasgos indígenas, este pintor también aplica esta técnica del polvo de oro en sus cristos, en la ropa y en coronas. En cuestión de temática y corrientes artistas

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 comparten lo religioso y el sincretismo ya que esta escuela es claro ejemplo de una combinación entre corrientes europeas e indígenas, las obras de Gomes tienen influencias manieristas, barrocas, flamencas incluso rococo, esto se debe a que los pintores Bernardo Bitti, Mateo Pérez de Alesio, Quispe Tito, y Medoro trajeron consigo estas corrientes europeas mientras que los pintores indígenas Angelino Medoro y Basilio Santa Cruz Pumacallao se encargaron de aportar un poco de su arte popular es así como se conoce la escuela cusqueña la cual posee un arte sincrético en sus obras. El aporte de estos pintores ya anteriormente mencionados fue de gran importancia para esta escuela.

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Gomes pinta muchos cuadros de San José y el niño, los cuales al ser interpretados por historiadores nos dicen que este artista trata de reflejar la figura paterna que nunca tuvo, de ahí por qué tantos cuadros de ese santo. José Miguel Gomes es el único pintor hondureño del período colonial que se sale de la temática religiosa para ejecutar pintura de bodegones, paisajes realizados en biombos y domina la técnica del retrato.

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La representación de la Virgen María sobre las diversas advocaciones, al igual que en la escuela cusqueña, fue una imagen recurrente en la pintura provincial hondureña, la estructura piramidal es similar en ambas vírgenes al igual que el empleo del oro en su vestuario.

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 San José con el niño Autor José Miguel Gómez (1778)

Fuente: Grupo Financiero El Ahorro Hondureño

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Nuestra Señora de las Mercedes. S. XVII. José Miguel Gomes. Óleo sobre tela  

Recuperada de: https://issuu.com/centrodearteyculturaunah/docs/revista_v

Fotografía tomada del libro “Por las rutas de la plata y el añil”

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Virgen de la Caridad. S. XVII. Anónimo. Óleo sobre tela

Recuperada de: https://issuu.com/centrodearteyculturaunah/docs/revista_v

Fotografía tomada del libro “Por la rutas de la Plata y el Añil”

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“El taller del pintor” de José Antolínez. Alte Pinakothec, Múnich.

Recuperado de: https://ge-iic.com/files/Curso%20retablos%202004/R_Bruquetas.pdf

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